De La Belleza Costera a la Herencia Industrial
La región de Hauts-de-France, ubicada en el extremo norte de Francia, es una tierra de contrastes.
Desde los imponentes acantilados de la costa hasta las catedrales góticas y los testimonios de la herencia industrial, este rincón de Francia tiene mucho que ofrecer.
Calais
Iniciamos nuestro viaje en la ciudad costera de Calais, conocida como la «Ciudad de los Encajes y la Moda».
Aquí, las aguas del Canal de la Mancha chocan contra el imponente Phare de Calais(Faro de Calais), que ha estado orientando a los marinos desde 1848. Una visión majestuosa de 51mts de altura sin contar la linterna
Su escalera de caracol, conduce a los visitantes hacia una espectacular vista panorámica de la ciudad y mucho mas.
Desde la cima, puedes ver el majestuoso vaivén de los transbordadores que entran y salen del puerto, y en un día claro, incluso puedes vislumbrar las costas blancas de Dover en Inglaterra.
Sin embargo, el paseo marítimo es otro de sus grandes atractivos. La promenade(paseo), conocida como la Digue Gaston Berthe, es un lugar popular tanto para locales como para turistas. Ideal para pasear, correr, o simplemente disfrutar del paisaje marítimo y de la hermosa playa de arena.
Aquí, el Monumento a los Burgueses de Calais, de Auguste Rodin, ofrece un homenaje conmovedor a los seis ciudadanos que se ofrecieron como rehenes al rey Eduardo III de Inglaterra para salvar su ciudad durante la Guerra de los Cien Años.
Explora la ciudad, sus estrechas calles llenas de boutiques y cafés, y no olvides visitar el Museo de la Moda y el Encaje. Este museo, ubicado en una antigua fábrica de encaje del s.XIX, combina la historia de la producción de encaje con exposiciones de moda contemporánea.
Las antiguas máquinas de encaje, algunas de las cuales aún están en funcionamiento, muestran la destreza y la creatividad de los trabajadores de la época.
El majestuoso ayuntamiento de Calais, es de visita obligada. Este edificio de estilo renacentista flamenco es famoso por su torre del reloj, que ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Finalmente, el Parc Saint Pierre, un amplio espacio verde en el centro de la ciudad, es el lugar perfecto para relajarse después de un día de turismo. El parque ofrece un respiro del bullicio de la ciudad, con su lago, sus senderos para caminar y sus áreas de juego para niños.
Calais es una ciudad de historia, de belleza y de resistencia. Con su rica herencia cultural y su encantadora ubicación costera, Calais te espera para descubrir sus tesoros.
Por otro lado, Calais, conocida como la puerta de entrada a Francia debido a su ubicación estratégica en el Canal de la Mancha, tiene mucho que ofrecer más allá de su puerto y terminales de ferry.
Si deseamos cruzar de Calais a Inglaterra, es una tarea sencilla, gracias a la abundancia de opciones de transporte que conectan a través del Canal de la Mancha
- Ferry: La opción más común y escénica para hacer el viaje es en ferry. P&O Ferries y DFDS Seaways operan servicios regulares de ferry entre Calais y Dover. El viaje suele durar alrededor de 90 minutos, y puedes viajar tanto a pie como con vehículo. Los ferrys ofrecen diversas comodidades a bordo, como tiendas, restaurantes y espectaculares vistas del Canal de la Mancha.
- Eurotunnel Le Shuttle: Si prefieres quedarte en tierra firme, puedes optar por el servicio Eurotunnel Le Shuttle. Este servicio transporta vehículos en trenes especiales a través del Túnel del Canal de la Mancha. El viaje dura unos 35 minutos desde la terminal de Coquelles, cerca de Calais, hasta Folkestone, cerca de Dover. Este servicio es particularmente útil si estás viajando con tu propio vehículo.
- Calais a Londres en Eurostar: Toma el tren Eurostar desde la estación de Calais-Fréthun hasta la estación de St Pancras en Londres. La duración del viaje varía pero suele ser alrededor de una hora y media. Los trenes Eurostar ofrecen cómodos asientos, Wi-Fi y un vagón cafetería.
Calais y su pasado bélico
Calais fue uno de los muchos sitios en Francia que fueron severamente afectados por la primera Gran Guerra. La ciudad fue ocupada por los alemanes durante gran parte de la guerra y sufrió daños significativos como resultado de la artillería y los bombardeos.
Al final de la guerra, gran parte de la ciudad quedó en ruinas.
Durante el período de entreguerras, Calais se embarcó en un amplio programa de reconstrucción. Uno de los proyectos más significativos fue la construcción del ayuntamiento.
Además de la reconstrucción física, Calais también experimentó un período de crecimiento económico durante el período de entreguerras.
La industria del encaje, que había sido una parte importante de la economía de Calais antes de la guerra, comenzó a recuperarse. Las fábricas de encaje de la ciudad, muchas de las cuales habían sido destruidas durante la guerra, fueron reconstruidas y modernizadas, y la producción de encaje se reanudó.
Durante el período de entreguerras, Calais se embarcó en un amplio programa de reconstrucción. Uno de los proyectos más significativos fue la construcción del ayuntamiento, o Hôtel de Ville. Esta impresionante estructura de estilo renacentista flamenco, con su torre de reloj y fachada detallada, fue un símbolo de la resiliencia y la esperanza de Calais.
Sin embargo durante la Segunda Guerra Mundial, al igual que en la Primera, su ubicación estratégica en el Canal de la Mancha, a solo 33 kilómetros de distancia de las costas de Inglaterra, la convirtió en un punto focal tanto para las fuerzas alemanas como para las aliadas.
Ocupación alemana: En mayo de 1940, durante la Batalla de Francia, Calais fue ocupada por las fuerzas alemanas. La Batalla de Calais fue una defensa valiente por parte de las fuerzas británicas y francesas, pero finalmente fueron superadas por la Wehrmacht alemana. La ocupación de Calais duró hasta 1944.
La construcción del Muro Atlántico: Durante la ocupación, los alemanes construyeron fortificaciones en Calais como parte del Muro Atlántico, un sistema de defensa costera que se extendía desde Noruega hasta la frontera entre Francia y España. La presencia de estas fortificaciones hizo que la liberación de Calais fuera particularmente difícil para las fuerzas aliadas.
La liberación de Calais: Aunque la mayor parte de Francia fue liberada tras el Día D en junio de 1944, Calais permaneció bajo el control alemán hasta finales de septiembre de 1944.
La Operación Undergo, dirigida por las fuerzas canadienses, finalmente liberó a Calais después de intensos combates.
La liberación de Calais marcó el final de más de cuatro años de ocupación alemana. Sin embargo, la ciudad había sufrido un daño significativo debido a la guerra, y se necesitaron muchos años para reconstruir y recuperar la ciudad.
Arras
Reanudamos nuestro viaje esta vez dirección sur hasta llegar a Arras, una joya histórica en la región de Hauts-de-France, es famosa por su patrimonio arquitectónico y cultural impresionante.
La ciudad tiene una rica historia, desde la época romana hasta las terribles batallas de la Primera Guerra Mundial, que dejaron una marca indeleble en su paisaje y su gente.
Comenzaremos nuestro recorrido por Arras en su corazón histórico, la Place des Héros y la Grand’Place. Estas dos plazas notables, rodeadas de magníficas casas de estilo flamenco, crean una escena que parece sacada de una pintura. Los edificios coloridos, la mayoría de los cuales fueron reconstruidos fielmente después de la Primera Guerra Mundial, cuentan la historia de la prosperidad de la ciudad en los s.XVII y XVIII.
Sobre la Place des Héros, el majestuoso Hôtel de Ville y su campanario, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se alzan como un faro sobre la ciudad.
El campanario ofrece una vista panorámica espectacular de Arras y sus alrededores.
Debajo de las calles de la ciudad, una serie de túneles y cuevas subterráneas, conocidos como «Les Boves«, ofrecen un viaje fascinante a través de la historia de la ciudad. Originalmente canteras de piedra caliza, han servido de refugio durante los asedios y las guerras que han azotado Arras a lo largo de los siglos.
No muy lejos de allí, la Basilique-Cathédrale Notre-Dame et Saint-Vaast (Abadía de Saint Vaast) fundada en 667 albergando la Catedral de Arras construida entre 1030 y 1396, y el Museo de Bellas Artes.
Esta abadía benedictina del s.XVIII, restaurada después de la Revolución Francesa, es una maravilla arquitectónica. El museo alojado aquí presenta una colección impresionante de pinturas, esculturas y tapices.
La ciudad de Arras es también conocida por la Batalla de Arras durante la Primera Guerra Mundial. El Memorial de Vimy y el Anillo de la Memoria son sitios conmemorativos impresionantes dedicados a los soldados caídos durante esta devastadora batalla.
Finalmente, no se puede hablar de Arras sin mencionar el Main Square Festival, uno de los principales festivales de música de Francia que atrae a artistas y fanáticos de todo el mundo cada año.
La rica historia de Arras, su impresionante patrimonio arquitectónico y su vibrante escena cultural la convierten en un destino imprescindible en el norte de Francia.
Amiens
Nous continuons!! nuestro viaje hacia Amiens, la «Venecia del Norte», es una ciudad históricamente rica. Rodeada por los ríos Somme y Avre.
Es el hogar de la Catedral de Amiens, el mayor edificio gótico de Francia.
Este monumento impresionante, con sus esculturas detalladas y sus altos arcos, es un testimonio de la grandeza de la arquitectura medieval.
Es una joya del gótico francés y la catedral más grande de Francia. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su fachada está adornada con cientos de estatuas y su interior alberga un laberinto de piedra y el relicario de la cabeza de Juan el Bautista.
Por la noche, la catedral cobra vida en un espectáculo de luces «Chroma» que reproduce sus colores medievales originales.
El encanto de Amiens no se limita a su catedral.
Saint-Leu
Es uno de los rincones más encantadores de Amiens, ubicado en una pequeña isla en medio del río Somme.
Con sus estrechas calles adoquinadas, sus casas antiguas de colores vivos con fachadas de madera y sus múltiples canales, Saint-Leu parece sacado de una postal.
Caminar por este barrio es como dar un paseo en el tiempo, imaginando a los tintoreros y curtidores que antaño habitaron la zona.
Hoy es un barrio con mucho encanto y vida, con numerosos restaurantes, cafés y tiendas con encanto.
Los puentes peatonales que cruzan los brazos del Somme conectan Saint-Leu con la ciudad, ofreciendo unas bonitas vistas del barrio y su entorno natural fluvial.
Sin duda Saint-Leu es una de las visitas indispensables de Amiens para empaparse de su sabor más tradicional y pintoresco.
Los hortillonnages(jardines flotantes) son otro de los tesoros de Amiens. Estos jardines, que se extienden sobre 300 hectáreas de canales y estanques, son accesibles en barco. Durante siglos, los habitantes de Amiens han cultivado estos jardines para proporcionar frutas y verduras a la ciudad.
También es famosa por su conexión con el célebre escritor Jules Verne, que se mudó a Amiens en 1871 después de casarse con Honorine de Viane Morel, una viuda con dos hijas .
Puedes visitar la Casa de Jules Verne, ahora un museo dedicado a su vida y obra, que incluye muchas primeras ediciones y objetos personales.
Se trata de una típica casa burguesa del s.XIX, con una elegante fachada de ladrillo rojo. En su interior se conservan muy bien preservados el estudio, dormitorio y salón del novelista.
Destaca especialmente el estudio, donde Verne concebía sus extraordinarias historias. Se puede ver intacta su mesa de trabajo, estanterías, documentos y algunos objetos personales. Aquí Verne escribió muchas de sus obras más famosas y además participó activamente en la vida local, incluyendo un período como concejal de la ciudad.
El resto de la casa también está decorada según era en la época en que vivió, transmitiendo muy bien el ambiente en el que creaba sus mundos de ficción.
Sin duda, una visita fascinante para los amantes de Verne y la literatura, que permite adentrarse en la intimidad creativa de este visionario escritor.
Jules Verne fue enterrado en el Cementerio de la Madeleine en Amiens, Francia, después de su muerte en 1905. Su tumba, que fue diseñada por el escultor Albert Roze, es uno de los sitios más visitados del cementerio.
La tumba es notable por su estatua de bronce, conocida como «el hombre emergiendo del globo», que representa a Jules Verne rompiendo su tumba y volviendo a la vida. La figura de Verne lleva en su mano un pañuelo, que según la interpretación popular, simboliza su despedida al mundo.
La tumba es un lugar de peregrinación para los fanáticos de Verne de todo el mundo y es un monumento al impacto duradero de sus obras en la cultura global.
Finalmente, no te puedes perder el Mercado de Navidad de Amiens, uno de los más grandes de Francia. Este mercado anual, que se celebra en diciembre, llena las calles de Amiens con luces brillantes, puestos de comida y regalos, y un ambiente festivo.
Amiens, con su rica historia, su arquitectura impresionante y su vibrante vida cultural, es una ciudad que encanta y sorprende a todos los visitantes.
Lille
Abandonamos Amiens, próximo destino es la ciudad de Lille, el vibrante corazón cultural de Hauts-de-France.
Es una ciudad que combina un rico patrimonio histórico con una vibrante escena cultural y artística. Conocida por su amigable atmósfera, su arquitectura encantadora y su fuerte identidad regional, Lille ofrece una experiencia única para los visitantes.
Lille tiene una historia fascinante que se refleja en su diversa arquitectura.
En el corazón de la ciudad se encuentra la Grand’Place, oficialmente conocida como la Place du Général-de-Gaulle.
Esta plaza es el centro neurálgico de Lille, donde puedes admirar edificios emblemáticos como la Vieille Bourse, un hermoso edificio del s.XVII que solía ser la bolsa de valores de Lille y que ahora alberga tiendas de libros, tiendas de ajedrez y un animado mercado de flores.
A un corto paseo de la Grand’Place se encuentra el Vieux Lille, el casco antiguo de la ciudad. Este barrio está lleno de calles adoquinadas, casas de ladrillo rojo del s.XVII y boutiques de moda.
No te pierdas la Catedral de Notre-Dame de la Treille, una mezcla fascinante de antiguo y moderno con su fachada de mármol translúcido y su antiguo interior gótico.
Lille también es famosa por su escena cultural. El Palais des Beaux-Arts es uno de los mayores museos de arte de Francia, con una impresionante colección de arte europeo que abarca desde el medioevo hasta el s.XX. Si te gusta el arte moderno, el LaM (Lille Métropole Musée d’art moderne, d’art contemporain et d’art brut) es imprescindible, con obras de Picasso, Modigliani y otros grandes maestros.
No puedes dejar Lille sin probar su gastronomía regional. La ciudad es famosa por su potjevleesch, una terrina de carnes blancas en gelatina, y sus deliciosos waffles. Y por supuesto, deberías probar una copa de cerveza local en uno de los numerosos bares de la ciudad.
Por último, cada año en septiembre, Lille acoge el Braderie de Lille, uno de los mercados de pulgas más grandes de Europa. Este evento atrae a millones de visitantes y es una oportunidad para encontrar todo tipo de tesoros y disfrutar de los famosos mejillones con papas fritas.
Lille, con su combinación de historia, cultura y encanto regional, es una ciudad que ofrece algo para todos.
La cuenca minera de Nord-Pas-de-Calais, es una de las áreas más importantes y emblemáticas de la historia industrial del país con una longitud de 120 kms de y 124 ciudades mineras. La explotación de carbón en esta región jugó un papel crucial en el desarrollo económico y social de Francia durante los s.XIX y XX.
La extracción de carbón en Nord-Pas-de-Calais comenzó en la segunda mitad del s.XVII y alcanzó su auge durante la Revolución Industrial.
Durante muchos años, la región fue el principal productor de carbón de Francia, alimentando las fábricas, los hogares y los trenes de todo el país. Este período también vio el rápido crecimiento de ciudades como Lille, Douai y Lens, impulsadas por el auge de la industria del carbón.
La cuenca minera también tuvo un fuerte impacto en la sociedad y la cultura de la región. Las comunidades de trabajadores mineros, conocidas como «corons», se desarrollaron alrededor de las minas, creando una identidad regional única marcada por la solidaridad, la lucha de clases y la resistencia.
A pesar de las duras condiciones de trabajo, los mineros y sus familias desarrollaron fuertes tradiciones de cooperación y apoyo mutuo.
Con el declive de la industria del carbón en la segunda mitad del s.XX, la cuenca minera de Nord-Pas-de-Calais se ha enfrentado a importantes desafíos económicos y sociales. Sin embargo, la región ha trabajado para reinventarse a través de la cultura y el patrimonio.
En 2012, la cuenca minera fue incluida en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, reconociendo su paisaje industrial y cultural único.
El centro minero de Lewarde situado en el emplazamiento de una antigua fosa de la cuenca,fue creado con el fin de dar a conocer la historia de tres siglos de explotación del carbón
Un ejemplo notable de este esfuerzo de reinventarse es el museo Louvre-Lens, una sucursal del famoso museo Louvre de París que se inauguró en 2012 en una antigua mina de carbón. El museo ha ayudado a revitalizar la región y atraer a visitantes de todo el mundo.
La cuenca minera de Nord-Pas-de-Calais es, por tanto, una región de gran importancia histórica, una cuna de la industria francesa y un fascinante ejemplo de resistencia y adaptación cultural.
Hauts-de-France es una región llena de sorpresas, una mezcla de lo antiguo y lo nuevo, de lo natural y lo industrial, de lo terrenal y lo divino.
A que esperas en descubrir estos contrastes y a sumergirte en su rica historia y cultura.
Veamos que nos ofrece como variedad culinarias, que será el reflejo de su rica historia y ubicación geográfica.
- Maroilles: Este queso con denominación de origen controlada (AOC) es originario de la región. Su distintiva corteza naranja esconde una pasta blanca suave con un sabor fuerte y único.
- Endives (o Chicon en francés del norte): Este vegetal es muy popular en la región, donde se utiliza en una variedad de platos, incluido el «Gratin d’Endives au Jambon», una deliciosa receta de endibias envueltas en jamón y cubiertas con salsa bechamel y queso.
- Carbonade Flamande: Este es un estofado agridulce de carne de res elaborado con cerveza oscura, azúcar moreno y cebolla, servido a menudo con patatas fritas.
- Moules-frites: Este plato de mejillones con patatas fritas es un clásico en la costa norte de Francia, especialmente en el verano.
- Tarte au Sucre: Un postre típico de la región, es una tarta dulce hecha con azúcar moreno y a veces con crema.
- Potjevleesch: Este plato tradicional se traduce literalmente como «carne en tarro». Consiste en cuatro tipos diferentes de carne blanca (como pollo, conejo, cerdo y ternera) en gelatina.
- Bière: Gracias a su proximidad a Bélgica, Hauts-de-France tiene una gran tradición cervecera. La cerveza local se caracteriza por una amplia gama de estilos, desde cervezas rubias hasta oscuras, pasando por las afrutadas y las especiadas.
- Ratafia: Este es un licor dulce hecho de jugo de uva y brandy, a menudo servido como aperitivo o digestivo.
Estas son solo algunas de las delicias culinarias que encontrarás en Hauts-de-France