Bienvenidos a un territorio impregnado de historia, belleza natural y una vibrante cultura que se extiende desde las riberas del majestuoso río Loire hasta el Océano Atlántico.
El camino nos lleva a descubrir un nuevo paisaje, una nueva historia, un nuevo encanto.
Nantes
Amanece en Nantes, la ciudad se despierta suavemente bajo un cielo azul, que da paso a los primeros rayos de sol.
Emprendemos nuestro paseo en la «Place Royale», en el centro de Nantes.. Fue construida en el siglo XVIII por el arquitecto Mathurin Crucy, y es una de las plazas más emblemáticas de la ciudad. La plaza está rodeada por 44 mansiones de estilo clásico, y en el centro hay una fuente monumental. La Place Royale es un lugar popular para pasear, relajarse y disfrutar de la arquitectura de Nantes.
La fuente central, que simboliza el río Loire, capta el destello del sol naciente y llena la plaza de luz.
Continuamos por la calle peatonal «Rue Crébillon».Es una de las calles más elegantes de la ciudad, y está llena de tiendas de lujo, restaurantes y cafés. La Rue Crébillon es un lugar popular para pasear, hacer compras y disfrutar de la vida nocturna de Nantes.
La calle está ubicada en el corazón del casco antiguo, entre la Place Royale y la Place Graslin. Está bordeada por edificios históricos de los siglos XVIII y XIX, que le dan un ambiente elegante y sofisticado.
Las tiendas de lujo incluyen marcas como Chanel, Dior, Louis Vuitton y Gucci. Los restaurantes ofrecen una variedad de cocina. Los cafés son perfectos para tomar un café o una copa de vino y relajarse.
La Rue Crébillon es una calle animada y vibrante, que siempre está llena de gente. Es un lugar perfecto para escapar del ajetreo y el bullicio de la ciudad y disfrutar de una experiencia única.
Llegamos al «Château des Ducs de Bretagne». Construido en el siglo XIV por el duque de Bretaña, Francisco II, y su hija, Ana de Bretaña. Está catalogado como Monumento Histórico desde 1840.
El castillo está situado en el corazón de la ciudad, a orillas del río Loira. Rodeado por un foso y tiene una planta irregular, con torres en las esquinas. El castillo está hecho de piedra y tiene una fachada de estilo gótico flamígero.
El castillo alberga el Museo de Historia de Nantes, que cuenta la historia de la ciudad desde la prehistoria hasta la actualidad. El museo también tiene una colección de objetos pertenecientes a los duques de Bretaña, como muebles, tapices y armas.
Es un símbolo de la historia y la cultura de Nantes y es una visita obligada para cualquier visitante de la ciudad.
Es un lugar muy hermoso y está lleno de historia, perfecto para aprender sobre la historia de Nantes y la cultura de Bretaña. También es un lugar muy romántico y es un lugar popular para celebrar bodas y otros eventos especiales.
Si estás de visita en Nantes, no te pierdas el Château des Ducs de Bretagne. Es un lugar que no te decepcionará.
Seguimos andando y llegamos a la Catedral gótica del s.XV de Saint-Pierre-et-Saint-Paul, con sus altísimas agujas que se elevan hacia el cielo.
Al entrar en la catedral, la luz que se filtra por sus altísimos vitrales que bañan el interior de misticismo. El espacio se siente inmenso, con intricadas bóvedas de piedra que se elevan a más de 30 metros sobre nuestras cabezas. Una sensación de pequeñez e insignificancia nos invade mientras recorremos la majestuosa nave central, flanqueada por delgadas columnas que dividen el espacio en tres impresionantes naves.
Levantamos la vista y contemplamos el Gran Órgano, instrumento del s XIX con más de 7000 tubos que preside el ábside. Sus notas retumban entre las paredes cuando un organista interpreta una pieza que resuena en toda la catedral. Continuamos paseando hasta llegar al área del coro, donde finísimas tallas en madera representan pasajes bíblicos en los sitiales de roble.
Salimos de nuevo a la luz del sol, impresionados por la belleza gótica de la Cathédrale , auténtica joya arquitectónica que nos transporta a la Nantes medieval de tiempos pasados.
Nos adentramos en el casco antiguo «Vieille Ville» con sus pintorescas callejuelas adoquinadas y sus casas de colores vivos. El olor a cruasanes recién hechos nos guía hasta una encantadora boulangerie para probar sus delicias.
Deambulamos sin rumbo fijo, dejándonos llevar por el encanto de esta parte antigua de la ciudad. Pasamos junto a la Place du Change, que durante siglos fué centro comercial de Nantes, donde alguna vez mercaderes y marineros regateaban el precio de exóticas mercancías traídas de tierras lejanas.
Seguimos el curso del río Erdre por el romanticismo de sus puentes de piedra y el reflejo de los árboles en sus aguas. Llegamos al Passage Pommeraye, elegante galería del siglo XIX donde nos deleitamos con la arquitectura y las pequeñas tiendas.
Finalmente, tras cruzar la Île de Nantes, llegamos al Jardin des Plantes, oasis de tranquilidad con estanques, flores exóticas y senderos sombríos.
Nuestro camino nos ha llevado al «Jardin des Plantes», es una verdadera joya y un oasis de paz en medio del ajetreo y el bullicio de la ciudad. Este parque botánico de siete hectáreas es uno de los cuatro jardines botánicos más importantes de Francia y es reconocido a nivel nacional por su excepcional colección de plantas.
La historia del Jardin des Plantes se remonta a comienzos del s.XIX., cuando fue diseñado por el botánico Louis Antoine Lemière. Desde su creación, el jardín ha estado en constante crecimiento y evolución. Actualmente cuenta con más de diez mil especies de plantas, entre ellas una impresionante colección de camelias, una de las más grandes de Europa.
El jardín botánico es un lugar lleno de encanto y sorpresa. Encontrarás invernaderos bellamente decorados, un estanque lleno de nenúfares, macizos de flores que cambian de color con las estaciones, así como rincones sombreados perfectos para una tarde tranquila.
El jardín también es famoso por sus esculturas de animales y personajes de cuentos de hadas creados por el artista Claude Ponti, que le dan allugar un toque mágico y encantador.
Además de ser un lugar de relajación y entretenimiento, el Jardin des Plantes también tiene una función educativa. Se organizan visitas guiadas y talleres para que los visitantes aprendan más sobre la biodiversidad y la importancia de la conservación de las plantas.
Finalmente, al atardecer, cruzamos el río hacia la Île de Nantes, antiguo corazón industrial convertido en un vibrante distrito cultural. Paseamos por la orilla observando las futuristas grúas amarillas antes de adentrarnos en el extraordinario mundo de Las Machines de la Isla, con sus asombrosas esculturas mecánicas.
Aquí, los antiguos muelles se han transformado en un espacio de arte y creatividad, donde enormes criaturas mecánicas, como el famoso «Grand Éléphant», caminan junto a los visitantes.
La Île de Nantes es un tesoro escondido, donde fábricas reconvertidas conviven con arte, diseño e ingenio mecánico para crear una atmósfera única.
Más tarde exploramos el eclecticismo del Centro de Arte La Fabrique, con exposiciones de arte moderno. Terminamos relajándonos en la terraza de un acogedor café frente al Castillo de los Duques de Bretaña iluminado al caer el sol.
Proseguimos nuestra ruta,desde Nantes, seguimos el curso del río Loire hasta
Angers
Otra joya de la región. una ciudad con encanto a orillas del río Maine. Iniciamos nuestro paseo en la Place du Ralliement, una plaza bulliciosa rodeada de terrazas donde la vida local transcurre entre un café y otro. Nos dirigimos hacia la impresionante forteresse du XIIIe siècle, el majestuoso Castillo de Angers, con sus 17 torres de piedra blanca y las murallas que protegían la ciudad
Su imponente Château alberga el famoso «Tapiz del Apocalipsis», una obra maestra medieval que narra la última batalla entre el bien y el mal.
Con sus 100 metros de largo, este tapiz monumental ilustra el Libro del Apocalipsis de San Juan con escenas impactantes del fin del mundo.
Tejido en lanas de colores y sedas, el Tapiz del Apocalipsis requirió el trabajo de muchos artistas y artesanos. Contiene 84 escenas divididas en siete partes que representan eventos bíblicos como la aparición de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis, las siete trompetas o la caída de Babilonia.
Las imágenes están llenas de simbolismo y detalles intricados. Destacan los siete sellos con los cuatro jinetes, cada uno representando la conquista, la guerra, el hambre y la muerte. Otra escena impresionante muestra a la Bestia con siete cabezas ascendiendo desde el mar.
El colorido del tapiz es espectacular, con predominio de azules, rojos y amarillos. La obra ha sido restaurada para conservar sus detalles y el intenso color de las lanas originales. Ver el Tapiz del Apocalipsis de cerca es una experiencia inolvidable que transporta al espectador a una época medieval fantástica y misteriosa.
Desde el château admiramos las vistas panorámicas del río y los tejados de pizarra,
Seguimos adentrandonos en la Cité médiévale, un laberinto de callejuelas adoquinadas bordeadas por casas de colores pastel con entramados de madera.
Continuamos hacia la Catedral gótica del s.XII de Saint-Maurice, con impresionantes vitrales que inundan de policromía su interior. Salimos a la luz del atardecer y nos dirigimos al Jardin des Plantes, donde nos relajamos paseando entre estanques, fuentes y los colores de flores exóticas traídas de todo el mundo.
Caída la noche, el espectáculo de luces del Château d’Angers ilumina majestuosamente el río. Cenamos en una brasserie junto al Maine, disfrutando de exquisitos vinos y productos regionales. Angers nos ha cautivado con su mezcla de historia, gastronomía y naturaleza a orillas del río
¿Como hemos descansado hoy?
¿Estais cansados o proseguimos?
La bruma matinal se disgrega lentamente, desvelando el encanto de la campiña francesa. Verdes viñedos se extienden hasta donde alcanza la vista, salpicados por pequeños pueblos con iglesias de piedra gris y casitas de colores pastel. El sol comienza a calentar mientras recorremos senderos entre las vides, siguiendo el curso del río Sèvre hacia sus fértiles llanuras.
Llegamos a un mercado tradicional donde los aromas de quesos de cabra y frutas frescas se mezclan en el aire. Compramos algo para almorzar antes de seguir el camino a Clisson, pueblo medieval famoso por su imponente château del s.XIII y sus pintorescas calles empedradas.
Más tarde paseamos entre los viñedos donde nace el célebre Muscadet, vino blanco seco y afrutado elaborado con uvas Melon de Bourgogne. Visitamos pequeñas bodegas familiares excavadas en la roca donde probamos este distintivo néctar, disfrutando de las cálidas luces del atardecer.
Al caer el sol llegamos a Le Pallet, encantador pueblo a orillas del Loira conocido por ser cuna del escritor François Rabelais. Cenamos en una taberna típica junto al río, deleitándonos con los sabores de la gastronomía local maridados con el delicado Muscadet, antes de retirarnos a descansar en una posada con vistas a los viñedos.
La campiña del Muscadet cautiva con la belleza de sus pueblos, castillos y viñedos infinitos que le dan una atmósfera mágica donde el tiempo transcurre lentamente.
Finalmente, llegamos a la costa y nos encontramos con la joya del Atlántico.
Les Sables-d’Olonne
Es una encantadora localidad costera situada en el centro de la costa atlántica francesa, conocida por sus amplias playas de arena fina y su ambiente vibrante.
Ubicada en la desembocadura del río Charante, destaca su magnífico puerto deportivo repleto de barcos de recreo. El casco antiguo con sus casas de colores pastel alberga tiendas, restaurantes y terrazas animadas.
El municipio goza de más de 15 km de playas, como la principal Plage Grand con su paseo marítimo bordeado de tamariscos.
La Plage Tanchet ideal para surfistas, o la tranquila Plage Aiguillon rodeada de pinos.
No hay que perderse el Mercado Central, donde degustar ostras frescas y productos locales. O pasear por Remblai, elegante promenade con vistas al mar.
Les Sables-d’Olonne acoge eventos internacionales como la mítica regata transatlántica Vendée Globe. Una vibrante ciudad costera que combina la belleza de extensas playas con la energía de su ambiente veraniego.
Sus playas de arena dorada se extienden a lo largo de la costa, acariciadas por las olas del mar. Aquí, el olor a salitre se mezcla con el aroma de los mariscos frescos que se sirven en los restaurantes locales, y el sonido de las gaviotas es la melodía que nos acompaña al final de nuestro viaje.
Tanto andar, me ha entrado hambre, ¿y a ti? ¿Que te parece si degustamos algo de la zona?
La región de Pays de la Loire es famosa por su abundancia de productos frescos y deliciosos, así como por su rica tradición culinaria. A continuación, mps presentan algunas de las especialidades que no podemos perdernoslas:
Crottin de Chavignol: Queso de cabra de pasta blanda y corteza enmohecida. Al partirlo desprende ese característico aroma intenso y a la vez suave en boca de los buenos quesos de cabra.
Moules-frites: Este plato tradicional de mejillones y patatas fritas es especialmente popular en la zona costera de la región. Los mejillones se cocinan al vapor con vino blanco, chalotes y perejil, lo que les da un sabor deliciosamente suave y salado. Acompañados de crujientes patatas fritas, son el plato perfecto para degustar mientras se disfruta de la vista al mar.
Chatka de Anjou: la anguila ahumada típica de la región. Al servirla verás su llamativo color negro y su deliciosa textura gelatinosa. Su sabor sutilmente ahumado y salado te sorprenderá.
Beurre blanc: Esta salsa a base de mantequilla, vino blanco y chalotas es originaria de la región y es el complemento perfecto para pescados como el lucio o la lubina. Su sabor es rico y cremoso, con un delicado toque de acidez gracias al vino.
Rillettes de Le Mans: Es un paté de cerdo de textura muy suave que se extiende sobre pan crujiente. Su sabor es intenso y carnoso, con un ligero toque de grasa que se derrite en la boca.
Vins: Pays de la Loire es conocida por sus excelentes vinos, en particular los vinos blancos como Muscadet,Muscadet Sèvre et Maine y Sancerre.
Su aroma floral y afrutado inundará tu nariz antes de saborear en boca ese delicate bouquet afrutado con sutiles notas cítricas. perfecto para acompañar mariscos y pescados.
Tarte Tatin: Este famoso postre francés, es una tarta de manzanas caramelizadas que se hornea con la masa encima y luego se voltea para servir. El resultado es una tarta con un rico sabor a manzana y caramelo, y una textura que combina lo crujiente de la masa con lo suave de las manzanas.
Kouign-amann: Bollo de masa laminada con azúcar caramelizado. Al morderlo sentirás crujir esa corteza caramelizada dando paso a una masa tierna y dulce en su interior.
Pays de la Loire es una sinfonía de sabores y aromas que deleitarán tus sentidos en cada bocado. ¡Bon appétit!
Aqui finaliza nuestro viaje por los encantos del Pays de la Loire. Desde los castillos e imponentes catedrales góticas, hasta los pueblos con casas de colores pastel bordeando ríos y canales. Pasando por los viñedos del Muscadet, donde degustar vinos blancos afrutados. Y por supuesto, disfrutando de la rica gastronomía local y productos como el queso de cabra, la anguila ahumada o los cruasanes artesanales.
Esta región ofrece unos paisajes de ensueño, entre la belleza del interior y el atractivo de la costa atlántica con sus playas y puertos pesqueros. Rincones mágicos como los jardines y el ambiente cultural de las ciudades.
à bientôt!